miércoles, 16 de junio de 2010

Ground swell.

El cuadro elegido para su descripción se titula Ground swell, oleada, pintado por Edward Hopper. En él podemos ver un paisaje marino, en el que aparece un velero ocupado por cuatro marineros observando una boya sobre el mar. Una imagen sencilla que transmite tranquilidad y paz, gracias a los tonos y colores usados por su autor y por la simplicidad de la obra. La técnica y el soporte utilizado por el artista estadounidense es óleo sobre lienzo con unas medidas de 91,4 x 127 cm.

El artista pintó este cuadro en 1939, que actualmente lo podemos visitar en el “Museum Purchase, William A. Clark Fund”, (Estados Unidos)

Edward Hopper

Nacido en Nyack, una pequeña ciudad a orillas del río Hudson en una familia culta y burguesa. Fue en 1900 cuando Hooper entra en la New York School of Art.



En ese instituto coincidirá con otros futuros protagonistas del arte americano de principios de los años 1950, como Rockwell Kent o George Bellows.
Durante gran parte de su vida, viajó por Europa empapándose de nuevos conocimientos acerca del arte, como el impresionismo francés.
Hasta su regreso a Estados Unidos, donde se establecerá y permanecerá hasta su muerte. En estos momentos Hopper abandona las nostalgias europeas y empieza a elaborar temas en relación con la vida cotidana norteamericana, modelando y adaptando su estilo a la vida cotidiana. Entre los temas que aborda, abundan sobre todo las representaciones de imágenes urbanas de Nueva York y de los acantilados y playas de la cercana Nueva Inglaterra. Esto hace de Hopper el autor de referencia de los realistas que pintaban escenas americanas.
Su evocadora vocación artística evoluciona hacia un fuerte realismo, que resulta ser la síntesis de la visión figurativa unida al sentimiento poético que Hopper percibe en sus objetos. Imágenes urbanas o rurales, inmersas en el silencio, en un espacio real y metafísico a la vez, que comunica al espectador un sentimiento de alejamiento del tema y del ambiente en el que está inmerso. La escena aparece casi siempre desierta; en sus cuadros casi nunca encontramos más de una figura humana, y cuando hay más de uno lo que destaca es la alienación de los temas y la imposibilidad de comunicación resultante, que agudiza la soledad. Un ejemplo de este tipo de obras es la imagen elegida y descrita en este Blogg, Ground Swell.
Finalmente, Hopper muere el 15 de mayo de 1967 en su estudio neoyorquino, cerca de Washington Square.

Tratamiento





En cuanto al tratamiento, se pueden ver diferentes tipos de pincelada. La imagen, en general, esta realizada con una pincelada acabada y suave, mostrando asi una imagen bien extendida, sin acumulaciones de pintura. Lo que da lugar a una textura lisa. Si nos fijamos en las nubes de la imagen, situadas en toda la parte superior del cuadro, se distinguen pinceladas largas y desechas, imitando perfectamente las nubes de cirros.





Aunque si miramos hacia el mar, concretamente alrededor del velero, vemos como la pincela se hace más corta, creando pequeñas olas o movimientos del agua a causa del barco.







Estas pinceladas, crean una textura algo más rugosa, en comparación con el resto del cuadro, en el que prima la textura lisa, con sensación de brillo, por los colores usados y el tipo de luz, que más adelante analizaremos.

Dentro de la imagen podemos distinguir perfectamente cada objeto o personaje gracias a las líneas usudas por el artista para distinguir una cosa de otra. Asi como las lineas usadas para crear sensación de oleaje, ondulaciones propias del mar.

De esta manera, podemos ver tres tipos de línea, muy claramente.

Tanto en la parte inferior derecha del barco, como a la derecha de la

vela, situada en el extremo derecho del cuadro, podemos distinguir una línea de contorno, o línea que dibuja el borde o contorno, en este caso de la vela o del bote en sí.

















En cambio, si nos fijamos en las nubes y el cielo, en la parte superior del cuadro, vemos otro tipo de línea, la línea-mancha que hace una clara separación entre el cielo y las nubes, usando solamente el color azul y blanco.



Finalmente, observamos una línea objetual que simula ser las cuerdas que van desde el velero hasta el final de la vela, donde se encuentra apoyado uno de los personajes que salen en la escena, concretamente el más lejano desde nuestra posición.


















A pesar de usar los tres tipos de líneas estudiadas, la más usada con diferencia es la línea de contorno, vista tanto en las partes ejemplificadas como en los personajes, el velero, el mar...





Luz y sombra



La luz esta claramente definida, pues por el paisaje en el que se encuentra es una luz natural, una luz solar de medio día, por lo que el origen del foco, el sol, se encuentra en la parte superior izquierda del cuadro. Ademas, al ser una luz solar limpia, es decir, sin nubes que la tapen crea un brillo y una gran luminosidad al cuadro.







En cuanto a las sombras, ya que el foco esta en la parte superior, se crean en el mismo barco, pero no el barco en el mar, pues el foco esta encima de éste. Ademas, llama la atención las sombras creadas en las espaldas de los ocupantes del velero, ya que solo con el uso de sombras y del color, crea espaldas que dan sensacion de realistas, con las marcas propias de ésta.


Debido a que las sombras no es lo que más destaca, no existe un contraste pronunciado. El único contraste es en el barco, ya que al ser blanco, la sombra se distingue mejor. A pesar de no tener un gran contraste, el cuadro si transmite intensidad en la luz, pues como ya se ha dicho, es luz de sol sin nubes que oscurezcan, además por el tipo de imagen se prodría decir que hablamos de un sol de verano, por lo que su luminosidad es mayor.

La función de dicha luz, desde mi punto de vista es la de crear volumen o más bien profundidad, pues gracias a la luz, se ve el mar en su lejanía, es decir, la parte de mar más cercano se ve con un tono más claro, oscureciéndose a medida que se aleja.