miércoles, 16 de junio de 2010

Edward Hopper

Nacido en Nyack, una pequeña ciudad a orillas del río Hudson en una familia culta y burguesa. Fue en 1900 cuando Hooper entra en la New York School of Art.



En ese instituto coincidirá con otros futuros protagonistas del arte americano de principios de los años 1950, como Rockwell Kent o George Bellows.
Durante gran parte de su vida, viajó por Europa empapándose de nuevos conocimientos acerca del arte, como el impresionismo francés.
Hasta su regreso a Estados Unidos, donde se establecerá y permanecerá hasta su muerte. En estos momentos Hopper abandona las nostalgias europeas y empieza a elaborar temas en relación con la vida cotidana norteamericana, modelando y adaptando su estilo a la vida cotidiana. Entre los temas que aborda, abundan sobre todo las representaciones de imágenes urbanas de Nueva York y de los acantilados y playas de la cercana Nueva Inglaterra. Esto hace de Hopper el autor de referencia de los realistas que pintaban escenas americanas.
Su evocadora vocación artística evoluciona hacia un fuerte realismo, que resulta ser la síntesis de la visión figurativa unida al sentimiento poético que Hopper percibe en sus objetos. Imágenes urbanas o rurales, inmersas en el silencio, en un espacio real y metafísico a la vez, que comunica al espectador un sentimiento de alejamiento del tema y del ambiente en el que está inmerso. La escena aparece casi siempre desierta; en sus cuadros casi nunca encontramos más de una figura humana, y cuando hay más de uno lo que destaca es la alienación de los temas y la imposibilidad de comunicación resultante, que agudiza la soledad. Un ejemplo de este tipo de obras es la imagen elegida y descrita en este Blogg, Ground Swell.
Finalmente, Hopper muere el 15 de mayo de 1967 en su estudio neoyorquino, cerca de Washington Square.

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